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Septiembre de 1810 …

 

¡Los inicios del movimiento de Independencia Nacional en San Miguel El Grande y la Ruta Insurgente!

Por: @periodistafrg

Juntas revolucionarias en Valladolid, desde 1809 

 

Desde el mes de septiembre de 1809, Don Ignacio Allende y Unzaga, estaba en constantes relaciones con don José María Michelena, quien era el que organizaba las juntas revolucionarias en Valladolid, hoy Morelia.

 

Meses más tarde, el 25 de mayo de 1810, Ignacio Allende envía una carta a Don José Miguel Yáñez,  que se copió íntegra, por ser quizá la única autógrafa que de su clase exista.

(Aunque en un solo párrafo hable de la Independencia, el  todo de ella da también alguna idea de su carácter. Dice así):

“Sr. Don José Miguel Yáñez, San Miguel, 25 de mayo de 1810.__Muy señor mío y amigo de toda mi estimación: Habíame detenido en dar contestación a su carta 3 del corriente, creído que lo verificaría en lo verbal, pues si no se hubiera atravesado el ajuste cuatrimestre, seguramente habría marchado para esa: más temiendo por supuesto, que la familia de esa casa vendrá breve, diré a usted mi dictamen, ya que tuvo la bondad de pedírmelo. 

 

Estoy persuadido de que en la variación acerca del título o empleo, he de tener alguna parte, y por eso, tratando ya de separar a mi tocayo del oropel del mundo, por ejemplo, a usted, diciendo: Don Miguel Yáñez le es a usted útil, en el giro de su casa, y el mismo no lo será si afuera usted su persona con un empleo que lo distraiga. Esto tengo presente y por tanto puede depender aquella variación de principios inocentes, y por consecuencia, debe manejarse el asunto, con toda la prudencia de mi amigo Don Miguel Yáñez. He manifestado mi sentir, sujetándolo a cualquiera otro que será más acertado.

 

“Con fecha del 12 del que rige me comunica Don Ignacio Villaseñor su grave cuidado, lo que como debo he sentido y más cuando temo que su amante familia, anegada en tal tumulto de pesadumbres, caiga en los males que son consiguientes.

 

“No ha sido corto el apetito que usted me da con el anuncio de la vinculación de Iturrigarai, más de esta materia trataremos a nuestra vista, ya que no lo quiere usted fiar al papel.

 

“A beneficio de la naturaleza que me repuse perfectamente, y creo que los pujos me vinieron grandemente, pues esa purga me tiene limpio y fuerte, que me siento capaz de tomar el sable, poner la patria en libertad, sacudir el yugo…y conservar esta preciosa América, a sus legítimos señores… ¡Ojalá y tuviera quinientos hombres del entusiasmo y brío del amigo Don Miguel! Pero si mi desgracia no me franquea, ¡Seré yo solo, ya que mis paisanos hacen del sordo!”

 

Ignacio Allende y Unzaga.

 

Recorrido de Allende y Juan Aldama

 

En julio de 1810, Ignacio Allende y Unzaga y don Juan Aldama, salieron de San Miguel el Grande a hacer una visita a sus aliados, principiando por el Marqués de Jaral en su hacienda, en seguida por Salvatierra, Celaya y Querétaro.

 

El 31 de Agosto, carta de Allende a Hidalgo, escrita desde San Miguel el Grande

 

En una carta de Ignacio Allende a Miguel Hidalgo, escrita desde San Miguel el Grande, el 31 de agosto de 1810, le dice:

“Se resolvió obrar encubriendo cuidadosamente nuestras miras, pues si el movimiento era francamente revolucionario no sería secundado por la masa general del pueblo”.

 

El 9 de Septiembre, se genera carta anónima en San Miguel el Grande: da mucha luz sobre la anticipación de Allende en la Independencia

 

Una carta anónima fechada en San Miguel el 9 de septiembre de 1810, puede dar mucha luz sobre todo esto. Dice así:

 

 “Prometí estar a la mira de lo que ocurriere y dar aviso si fuere necesario. Los capitanes de este Regimiento de Dragones de la reina, don Ignacio Allende y don Juan de Aldama, se les ha observado salir fuera de la Villa, ya al pueblo de Dolores y también a Querétaro, y de estas resultas algunas personas hablan de ellos, en particular del primero. Este  hallándose acantonado en San Juan de los Llanos cuando vino la noticia de la prisión de Fernando VII puso en el cuarto de su prevención un letrero que decía: “Independencia cobardes criollos”. Esto lo declara del mismo regimiento don Alejandro Santelices” (Parte de la carta)

 

Allende, el principal impulsor del inicio de la Independencia

 

Esta carta, sin duda verídica, pues cita a personas que hubieran podido desmentirla en caso de falsedad, y viene a comprobar que fue Allende el primero, único y verdadero promotor de la revolución de Independencia, toda vez que ya el 9 de septiembre, es decir seis días antes del grito de Dolores, se sospechaba de él y de Aldama, más  no de Hidalgo.

 

10 de Septiembre de 1810, el capitán Luis Arias, denuncia a los conspiradores

 

El capitán Luis Arias, implicado en la conspiración de Querétaro, denuncia a los conspiradores de Querétaro, San Miguel el Grande y Dolores, que fueron iniciados por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende. De momento no se le hacen caso por las reiteradas denuncias que sobre el particular se dan, resultaban normales y sin importancia.

 

Mariano Galván denuncia la conspiración a don Joaquín Quintana

 

Don Mariano Galván, secretario de la Junta Conspiradora de Querétaro, hizo denuncia de la conspiración a don Joaquín Quintana, Administrador de Correos de esa  plaza con el cual trabajaba, diciéndole que Allende y Aldama asistían a las juntas y eran sus jefes, y en las mismas se trataba de los medios con que iba a ser la revolución, que era en principio la seducción del pueblo y la aprehensión de todos los europeos, quitando la vida a los que opusieran resistencia.

 

El 13 de septiembre de 1810, informan al intendente Riaño sobre el movimiento de Independencia

 

Juan Garrido hace una denuncia de la conjura de Querétaro. En Guanajuato, Francisco Bustamante denuncia ante el intendente Juan Antonio Riaño, la conjura que implica a Miguel Hidalgo, a Ignacio Allende y a Juan Aldama. Riaño comentó proféticamente:

 

“… ¡Malo!, si Hidalgo está en esto. Nueva España es independiente”.

 

El 14 de septiembre, Josefa Ortiz avisa a Allende que la conjura ha sido descubierta

 

Doña Josefa Ortiz de Domínguez, le avisa a Ignacio Pérez que la conjura ha sido descubierta y le pide que vaya a San Miguel el Grande para advertir a Ignacio Allende.

 

Juan Antonio Riaño ordena aprehendan a Allende y Aldama

 

El intendente Juan Antonio Riaño ordena la aprehensión de Ignacio Allende y Juan Aldama, en San Miguel, y la de Miguel Hidalgo y José Mariano Abasolo, en Dolores.

 

Ignacio Allende se entera de la orden de aprehensión en su contra

 

Ignacio Allende conferenció con Juan Aldama y demás oficiales del Regimiento partidarios, quienes le informaron que acababan de recibir noticias que el día 13, Juan Garrido, había delatado la conspiración y que se había enviado al subdelegado en San Miguel orden de aprehensión en su contra y de don Juan Aldama, por lo cual acordaron que este último permaneciera en San Miguel, y que Allende saliera a interceptar la orden de aprehensión que venía de Guanajuato, logrando su objetivo en las afueras de la Villa, y a toda prisa siguió a Dolores.

 

Llega Ignacio Allende a Dolores el 14 de septiembre por la noche

 

En la noche llega el general don Ignacio Allende y Unzaga sigilosamente a Dolores, precedentes de San Miguel el Grande. Había salido a caballo de San Miguel el Grande, para informar al cura don Miguel Hidalgo que Juan o Ignacio Garrido había denunciado la conspiración. Permanecieron juntos al siguiente día, sin tomar ninguna decisión.

 

El 15 Septiembre  buscan a Allende para informarle que la conspiración había sido descubierta

 

El audaz Ignacio Pérez, emisario de doña Josefa Ortiz de Domínguez, llega a San Miguel el Grande en la madrugada del 15 de septiembre a todo galope, procedente de Querétaro, para comunicar a Ignacio Allende que la conspiración había sido descubierta, sin lograr encontrarlo. Juan Aldama informó a Pérez que Allende se encontraba en Dolores.

 

El 16 de septiembre se entrevistan Hidalgo, Allende y Aldama e inicia el movimiento de Independencia.

 

Casi eran las cinco de la mañana cuando el Sr. cura Miguel Hidalgo y Costilla, se dirigió a la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en el Municipio de Dolores Hidalgo, Gto., diciéndole al pueblo que la hora de su libertad había llegado con este “Grito de Independencia”. Cerca de 600 hombres partieron con el cura, para iniciar la lucha armada.

 

Don Juan Aldama, sale apresuradamente de San Miguel el Grande, hacia Dolores, habiendo llegado a esta población a las dos de la mañana. En compañía de Ignacio Allende se entrevistaron con Don Miguel Hidalgo y Costilla en su casa habitación, para informarle de todo lo que pasaba sorpresivamente.

 

Deciden alzarse en armas

 

Ignacio Allende comentó que no había tiempo para informarles a las juntas conspiradoras de Querétaro y Guanajuato de los sucesos, por lo cual era conveniente llamar en el acto a los conjurados de Dolores; que él “antes perezco que rendirse”, agregando las siguientes palabras:

 

“Pues bien, Sr. Cura, echémosle el lazo, seguros de que ningún poder humano podrá ya quitárselos”.

 

 Entonces Hidalgo exclamó decidido:

 

“Caballeros, lo he pensado bien, y veo que en efecto no nos queda otro recurso que ir a coger gachupines”.

 

Se inicia el movimiento libertario el 16 de septiembre

 

Serían las cinco de la mañana, cuando el Sr. Cura don Miguel Hidalgo y Costilla, parado en el umbral de la puerta central del templo, habló frente a la multitud, explicándole los propósitos fundamentales para obtener la Independencia, nuestra emancipación política. Se había iniciado tan trascendental movimiento libertario.

 

Salen los primeros insurgentes

 

Momentos después de la arenga por la Independencia, Hidalgo contaba con más de seiscientos hombres, armados de fusiles, lanzas, espadas, instrumentos de labranza, palos, piedras, hondas, flechas. Allende se encarga de la organización de la gente reunida.

 

Salen Hidalgo, Allende y Aldama de Dolores

 

Eran las once de la mañana cuando salieron de Dolores, el cura Hidalgo, acompañado de Ignacio Allende y Juan Aldama, como principales jefes del pequeño Ejército Insurgente consistente de una campaña del Regimiento de la Reina y 700 hombres, entre de a pie y montados se detuvieron en la Hacienda de la Erre, donde fueron recibidos magníficamente por su propietario, don Luis Malo. 

 

Después de haber cooperado con instrumentos de labranza, el citado Sr. Malo, el sacerdote caudillo Miguel Hidalgo, pronunció las siguientes palabras antes de abandonar el recinto:

 

“¡Adelante señores, vámonos. Ya se ha puesto el cascabel al gato; falta ver quiénes son los que sobramos!”.

 

Don Mariano Abasolo, iba ya unido a las fuerzas independientes.

 

Hidalgo toma el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe

 

En la tarde de este día, el improvisado Ejército Insurgente, con sus mencionados jefes a la cabeza, llegaron al Santuario de Atotonilco, de donde tomó el Sr. Hidalgo un lienzo con la imagen al óleo, de regulares dimensiones, de la Virgen de Guadalupe, para convertirla en bandera simbólica de la revolución libertaria.

 

Llegan 5000 insurgentes a San Miguel el Grande

 

Unos cinco mil insurgentes, al mando de Hidalgo y Allende, llegan a San Miguel el Grande. Por mandato del primero, Ignacio Aldama, preside el primer ayuntamiento del México independiente. Por su parte, Ignacio Allende, ordena encarcelar en el Colegio de San Francisco de Sales, a los españoles que estaban presos en Dolores y en San Miguel.

 

Surgen las primeras dificultades entre Hidalgo y Allende

 

Con motivo de los tumultuosos saqueos que cometieron las fuerzas independientes en San Miguel el Grande, dieron causa a que surgieran las primeras dificultades entre los caudillos Miguel Hidalgo e Ignacio Allende.

 

El 17 de septiembre se forma la junta directiva en San Miguel el Grande

 

Durante la estancia de los insurgentes en San Miguel el Grande, se formó la junta directiva con el objeto de nombrar autoridades y así poder lograr la tranquilidad de la población y fomentar asimismo el movimiento revolucionario.

 

El Lic. Don Ignacio Aldama Rivadeneyra, como presidente; los señores Felipe González, Miguel Vallejo, Domingo de Unzaga, presbítero Castiblanque, Vicente Umarán y Benito Torres. El señor Aldama se encargó de los mandos políticos y militar; don Antonio Agatón de Lartiendo, como administrador de la aduana y del ramo de tabacos; don Francisco Rebelo, jefe de correos. Todos los herreros sanmigulenses se ocuparon en construir lanzas.

 

El 18 septiembre, continuaban los tumultos en San Miguel el Grande

 

Las multitudes insurgentes continuaban alimentando el escándalo que les favorecía y como Allende,  que se encontraba en uno de los balcones de su casa, se daba cuenta del desorden, pidió su caballo, y espada en mano empezó a recorrer los puntos más tumultuosos, reprochando a los amotinados su conducta y cintareando a algunos. Logró reestablecer el orden y despejar las calles y las plazas.

 

El 18 de Septiembre de 1810, Hidalgo es designado jefe del Ejército Insurgente

 

Antes de emprender la marcha hacia el municipio de Celaya, Gto., el Ejército Insurgente decide poner como jefe al señor cura Miguel Hidalgo y Costilla.

 

El 19 de septiembre, los Insurgentes salen de San Miguel el Grande

 

Reunidos en frente de la casa de Ignacio Allende, el Primer Ejército Rebelde, sale de la ciudad. La vanguardia la componen dos mil indios a pie. Les siguen los rancheros a caballo. Miguel Hidalgo, vestido con sotana, e Ignacio Allende, con el uniforme de Capitán de Dragones.

 

19 de Septiembre de 1810, el Ejército Insurgente pasa por Chamacuero, Guanajuato (hoy Comonfort)

 

El Ejército Insurgente pasa por Chamacuero, Guanajuato (hoy Comonfort). La señora Manuela Taboada, esposa de  Mariano Abasolo, facilitó al Sr. cura Hidalgo, la cantidad de 40 mil pesos, en calidad de préstamo para gastos que implicaba la revolución. Durante el gobierno del Gral. Porfirio Díaz, se pagó dicha cantidad a doña Ana Galván, descendiente de la familia Taboada.

 

El 20 de septiembre de 1810, los insurgentes entran a Celaya

 

Siendo las nueve de la mañana de un jueves, entran a la Villa de Celaya más de veinte mil insurrectos encabezados por don Miguel Hidalgo, que empuñaba el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe, rodeado de sus más cercanos colaboradores, y seguidos por la banda de música y cien dragones del regimiento de la Reina.

 

Al terminar de entrar el contingente insurgente, se esparcieron por la ciudad y se dedicaron a saquear y robar en las casas y comercios de los españoles.

 

El 21 de septiembre se extendieron grados en las tropas insurgentes

 

En la Villa de Celaya, en la junta de militares insurgentes, se nombra a don Miguel Hidalgo y Costilla como Capitán general. A don Ignacio Allende y Unzaga, como Teniente General, y a Juan Aldama, como Mariscal. Con este hecho se inicia la auténtica reorganización militar del ejército de la libertad.

 

El 22 de Septiembre de 1810 se nombran los grados del Ejército Insurgente

 

El cura Miguel Hidalgo y Costilla, fue nombrado Capitán General del Ejercito Insurgente. Ignacio Allende, como Teniente General. Los señores Juan Aldama y Mariano Abasolo, son llamados capitanes y mariscales. Después de estos nombramientos se preparan para hacer la toma de la ciudad de Guanajuato, continuando por varias villas.

 

23 de Septiembre de 1810, el ejército independiente al mando del cura Miguel Hidalgo y Costilla, salen a Salamanca

 

De Celaya, después de misa, los insurgentes salen rumbo a occidente, con el sol a retaguardia. Luego de pasar por El Guaje, actual Villagrán, y El Molino de Sarabia, entran a Salamanca al atardecer. Ahí pernoctan.

 

El 24 de septiembre, en Salamanca, se unen guerrilleros y lanzan proclama

 

El ejército independiente al mando del cura Miguel Hidalgo y Costilla, ya Salamanca, fabricaron machetes y lanzas para armar al pueblo que engrosaba las filas libertarias. El Sr. Hidalgo, recibió numerosas visitas de los después famosos guerrilleros: Albino García, Andrés Delgado “El Giro”, Lucas Flores, Cleto Camacho, Andrés Tamayo y la heroína Tomasa Esteves y Salas, entre otros.

 

En Salamanca, se aprehendieron a algunos españoles; se recogieron 40 mil pesos del Convento de Agustinos. En vista de que el gobierno comenzaba a atacar a la revolución por varios medios para desprestigiarla, antes de hacerlo militarmente, los jefes del levantamiento lanzan su primera proclama de Independencia.

 

(El 24 de septiembre, Junta en el Salón Cabildos del Ayuntamiento

 

Se convocó a una junta en el Salón Cabildos del Ayuntamiento de San Miguel, donde Narciso de la Canal se rehusó a ocupar la presidencia. También en la junta se acordó expropiar los bienes de los españoles y no permitir su comercio)

 

El 25 de septiembre, los insurgentes llegan a la Congregación de Irapuato, donde permanece hasta el 27, antes de su arribo a Guanajuato

 

De la Villa de Salamanca los insurgentes caminaron cuatro leguas hasta la Congregación de Irapuato, donde estuvieron los días 26 y 27. Los habitantes no opusieron resistencia alguna, pues casi todos eran simpatizantes de la revolución, por ser de origen criollo, mestizo o indio. Aquí Hidalgo libera a un esclavo negro y levanta un acta de abolición de la esclavitud.

 

Los insurgentes fueron recibidos con las campanas de los templos repicando. La gente ofrece ramos de olivo y de flores. Se fabrican aquí los primeros cañones de la insurgencia, de madera y cinchados de fierro.

 

Por su inmejorable situación en el centro de la Nueva España, así como por la facilidad de las comunicaciones con múltiples lugares del país, Irapuato siempre estuvo reputado de magnifico centro de operaciones para uno y otro bando.

 

El 26 de Septiembre de 1810, tropas virreinales atacan por la noche la plaza de Apaseo El Grande

 

Las tropas virreinales atacan durante la noche la plaza de Apaseo el Grande en Guanajuato, con el fin de apresar al Teniente de Justicia, don Domingo Busce, quien fue acusado por un anónimo de complicidad con los insurgentes.

 

El 26 de Septiembre, Riaño informa a Calleja que los pueblos entregan voluntariamente a los insurgentes

 

En una comunicación, el Intendente de Guanajuato, Juan Antonio Riaño, decía a Félix María Calleja: “Los pueblos se entregaron voluntariamente a los insurgentes. Hiciéronlo ya en Dolores, San Miguel el Grande, Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao esta pronto a verificarlo”.

 

El 27 de Septiembre, salen rumbo a la ciudad de Guanajuato

 

Por la madrugada, los insurgentes salen de la Congregación de Irapuato, con rumbo a la ciudad de Guanajuato. Pasaron por las haciendas de la Calera y Jaripitío (hoy Aldama), cuyos habitantes se sumaron casi en su totalidad a la insurrección.

 

Al medio día llegaron a la hacienda de beneficio, agrícola y ganadera de San José de Burras, también conocida por José de Llanos, donde el Ejército Insurgente se preparaba para entrar a la capital del Estado.

 

El 28 de Septiembre de 1810, el excomulgan a los insurgentes Hidalgo, Allende, Aldama y Abasolo

 

El obispo de Guadalajara, Jalisco, Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo decreta las excomuniones de los insurgentes Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y José Mariano Abasolo y de quienes los apoyaban, en la lucha por la libertad.

 

El 28 de Septiembre, insurgentes piden rendición del Intendente realista Riaño

 

Por la mañana llegaron los coroneles Mariano Abasolo e Ignacio Camargo, enviados por el cura don Miguel Hidalgo y Costilla, a la trinchera de los realistas que estaba ubicada en la Alhóndiga de Granaditas, para pedir la rendición del Intendente Juan Antonio Riaño, la cual fue denegada. Los insurgentes comenzaron el ataque al recinto.

 

Hidalgo hace un llamado a “El Pípila”

 

Durante el ataque a la Alhóndiga de Granaditas, Gto.,  el cura Hidalgo, se dirigió a un hombre de clase del pueblo con estas palabras: “Pípila”… La patria necesita de tu valor… ¿Te atreverías a prender fuego a la puerta de la Alhóndiga?... este hombre se llamaba Juan José de los Reyes Amaro.

 

Se consuma la toma de la Alhóndiga de Guanajuato

 

El sanmiguelense Juan José de los Reyes Martínez, “El Pípila”, prendió fuego a la puerta de la Alhóndiga de Granaditas, y para protegerse de los proyectiles de los realistas se cubrió la espalda con una losa. Este día se da la toma de la ciudad y de la Alhóndiga de Granaditas, donde se refugiaron los extranjeros; con joyas, oro, plata y monedas. También habían almacenado granos desde días atrás.

 

Con asistencia de: @Historiadormx y @yessicarene

 

Fuentes:

Calendario Histórico Guanajuatense: Erasto Cortés Juárez Armando de María y Campos:

Allende Primer Soldado de la Nación. Edit. Jus. 1964.

Historia Social y Económica de México 1521-1854: Agustín Cue Cánovas

La Ciudad de San Miguel de Allende en los Siglos XVI y XVII: Francisco de la Maza

Antonio Barajas Becerra: Generalísimo don Ignacio Allende y Unzaga. 1969.

Cronología de la Independencia de México: Jaime del Arenal Fenochio.2010.

Antonio Barajas Becerra: Generalísimo don Ignacio Allende y Unzaga. 1969. Pág. 104.

Castillo Ledón. Hidalgo, el Héroe. 1949. Pág. 6: Calendario Histórico Guanajuatense: Erasto Cortés Juárez.

San Miguel de Allende; Luis Felipe Nieto

Allende, Primer Soldado de la Nación; Armando de María y Campos.

San Miguel de Allende, Francisco de la Maza; Edit. Frente de Afirmación Hispanística A.C. Segunda Edición Corregida y Aumentada, México 1972

Efemérides Mexicanas. Noé Solchaga.

Editorial Centenarios.

Monografías Dolores Hidalgo “Cuna de la Independencia Nacional”. José García Juárez.

Chamacuero, origen y destino. Na Zaphó-ccaxtli. Federico Groenewold.

Las raíces del Viento. Monografía, crónica e historia de Celaya. Herminio Martínez.

Monografías Apaseo el grande la primera frontera. José G. Buenrostro López.

Santa Fe y Real de Minas Guanajuato. Isauro Rionda Arreguín.

Ruta en Guanajuato de los Primeros Caudillos de la Independencia. Isauro Rionda Arreguín

La Ruta de Hidalgo. Herrejón Peredo, Carlos. 

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