Don Lucas Palacio, escribió:

 

“Bañando por las aguas del Golfo de México, en una pintoresca bahía de la Península de Yucatán, se encuentra el histórico puerto de Campeche que en un tiempo viera nacer a los marinos intrépidos de América y a los más hábiles constructores de embarcaciones.

 

Hace muchos años llegaron a ese puerto (…) valerosos ingleses a cargar caoba y otras maderas preciosas, palo de Brasil, palos de Campeche y diversos productos. (…) Apagaban su sed a las puertas de las tabernas en las callejas angostas de la población o en los portales de la plaza principal.

 

En aquella época se bebían vinos y licores sin mezclar. Algunas veces se tomaban lo que se llamaban dracs, de catalán, de ron o de otro alcohol, que eran bebidas compuestas, preparadas en un vaso de vidrio grueso (…). En una de esas tabernas del pintoresco puerto mexicano (…), el mozo que servía empleaba para preparar sus bebidas en vez de cucharas o palillos, usaba unas raíces delgadas, finas, lisas, de una planta que allí llamaban por su forma peculiar cola de gallo. Los marineros al ver el mozo revolver las bebidas con la raíz de marras, le preguntaron qué era, a los que les contestó que cola de gallo, osea en inglés cock’s tail: endelante le ordenaron no servir dracs, sino cocktails. ”

 

 

Fuente:  

• Sabores de América y el Caribe. Las cocinas del mundo en México. Claudio Vadillo López y Lourdes Hernández Fuentes. Editorial Clío.

• Historia de la comida en México. Armando Farga.