Casimiro Chowell, fue un colegial que secundó en la ciudad de Guanajuato la toma de la Alhóndiga de Granaditas el 28 de septiembre de 1810, perpetrado por el movimiento libertario encabezado por Hidalgo. Chowell apoyó la insurgencia con trabajadores mineros de la Valenciana y de otras minas. Hidalgo lo coloca al frente de un regimiento de infantería formado por sus propios mineros.
Casimiro Chowell, nació en la capital del virreinato el 4 de mayo de 1775 y murió en noviembre de 1810. Sus padres fueron Don Pedro Chowell y Pallares, antiguo minero de Taxco, y Doña María Ana Josefa Jurado, quienes siempre se esmeraron en que su hijo continuara la tradición minera de la familia.
Formación académica
Terminada su instrucción primaria Casimiro Chowell, comenzó el estudio de las matemáticas en la Academia de San Carlos, bajo la dirección del Profesos Don Digo Guadalajara Tello, lugar en el que probablemente coincidió con Miguel Hidalgo estudiante y con quien más tarde habría de encontrarse en Guanajuato.
Don Pedro Chowell, atento a su hijo, hizo la solicitud y esta fue aceptada. Así el joven Casimiro ingresó al Real Colegio de Minería el 4 de mayo de 1792, y de inmediato manifestó tal aplicación, que en el mismo año obtuvo un premio, y el 17 de diciembre sustentó el Acto de Aritmética.
En los años siguientes demostró el mismo aprovechamiento que le valió obtener los primeros lugares y los principales premios. En el curso de Mineralogía abierto el 27 de abril de 1795, fue discípulo del célebre Don Andrés Manuel de Río, que acababa de llegar de España con ese único objeto, y sustentó Chowell el correspondiente acto público de esta materia; con el mismo Profesor estudió el año siguiente Orictognosia, Geognosia y Arte de Minas.
En mayo de 1798, Casimiro Chowell fue enviado a Guanajuato a realizar trabajos prácticos, en donde por sus excepcionales conocimientos fue nombrado administrador de la mina La Valenciana. Además de las prácticas desarrolladas en las minas de Durango y Guanajuato por encargo del Tribunal de Minería, escribió una disertación sobre la negociación de minas de azogue de la sierra del Durazno y una descripción geognóstica y plano geográfico del Real de Minas de Guanajuato.
Llega a Guanajuato con honores y liderazgo
En el mineral de Durango permaneció muy poco tiempo. Ya, habiendo regresado de Durango, se le ordenó por disposición superior que escribiera “una disertación sobre la negociación de minas de azogue de la sierra del Durazno, sus hornos, beneficios y además anexos”. El Tribunal de Minería quedó tan complacido que con fecha del 27 de noviembre de 1799 encargó a la Diputación de Guanajuato que hiciese saber a Chowell el agrado con que había leído y la satisfacción que recibía si continuaba como hasta allí, demostrando su aplicación y buena conducta. Para su examen profesional se le previno que hiciera la Descripción geognóstica y el plano geográfico del Real de Minas de Guanajuato.
Los conocimientos que durante su práctica había demostrado, hicieron que se le llamase a Guanajuato, donde al poco tiempo se le hizo Administrador de la famosa negociación minera de 1810.
Lo nombra Hidalgo Jefe del Regimiento de Infantería
Para los historiadores no hay ninguna duda de que Casimiro Chowell y el cura Miguel Hidalgo estaban de acuerdo en la conspiración, ya que cuando el párroco ocupó la ciudad nombró a Chowell jefe del Regimiento de infantería, que se formó en aquel mineral inmediato a Guanajuato y le encomendó la fabricación de armas y cañones destinados a la insurrección, con el fierro que había llegado a Guanajuato procedente de la ferrería de Coalcomán.
Con esta fuerza, lo que en realidad hizo el Administrador fue cuidar del orden mientras estuvo ausente el ejército independiente, y no cometió tropelía de ninguna clase. Cuando después de la derrota de Aculco, Allende volvió a Guanajuato y decidió defender la ciudad, Chowell lo ayudó con actividad y empeño. A él se debió la idea de barrenar los cerros de la Cañada de Marfil para hacer saltar las rocas y acabar con el ejército realista; también hizo levantar trincheras en diferentes puntos, y se ocupó activamente de los pormenores de la defensa.
El ejército de Calleja, gracias a los espías que tenía en la ciudad, evitó estos peligros y emprendió el ataque por las alturas de Jalapita y siguió el camino de las minas de Santa Ana, que los llevaron a Valenciana, donde ese jefe pernoctó el 24 de Noviembre.
Chowell se creyó seguro aquella noche al ver la actitud pacífica de Calleja y permaneció en su casa, pero esta confianza lo perdió. Pues fue aprehendido el día siguiente y ahorcado en la tarde del 28 de noviembre frente a la puerta principal de la Alhóndiga; Don Ignacio Ayala, hermano de la esposa de Chowell, y Mayor del Regimiento del que éste era Coronel, sufrió la misma suerte, así como otros cinco individuos y el Ingeniero Don Ramón Fabié.
Calleja detiene y ahorca a Chowell
La condena de Alamán
Alamán al llegar a este pasaje de su historia dice: “para un General español eran crímenes, y muy graves, todo lo que eran méritos muy distinguidos para los insurgentes, y ya hemos visto que a Chowell se le acusaba de haber sublevado y dirigido contra la Alhóndiga al pueblo de Valenciana.
Era Coronel y había levantado un Regimiento y dirigido a barrenos y otras disposiciones de defensa en la Cañada de Marfil”.
Convengamos en que la primera de esas acusaciones era infundada y en que hubo exceso de castigo en la ejecución de Chowell y compañeros.
Por: @periodistafrg
Benemérito de la Patria y de la mineralogía
“El sabio Profesor Don Andrés del río, que fue so maestro y supo apreciar su mérito, dice Don Santiago Ramírez, inscribió su nombre en la ciencia designado con él de “Chowelia” un silicato de alúmina y cal, encontrado entre las materias de la mina de Valenciana: especie nueva, dedicada dice el señor del Río al benemérito de la Patria y de la mineralogía, Chowell”.
Fuente: Bibliografías de los Héroes y Caudillos de la Independencia (Alejandro Villaseñor y Villaseñor). Editorial del Valle de México 1980. Páginas 576. Casimiro Chowell: el hijo querido de las ciencias. Carlos María de Bustamante lo consideró en su Cuadro histórico de la Revolución Mexicana como “el hijo querido de las ciencias… que Calleja privó a esta patria…”, en tanto que Alamán, tildando a Bustamante de exagerado, afirma que “Chowell no era más que un buen administrador de mina con los conocimientos suficientes para ello y no tenía otro mérito que haber sido uno de los alumnos más aprovechados de Colegio de Minería.”
Fuentes: La Jornada de Michoacán. Los egresados del Colegio de Minería y la guerra de Independencia de México. Autor: Gerardo Sánchez Díaz. Fecha 20 de diciembre del 2007.
Benemérito de la patria y de la mineralogía en México. En su memoria su nombre aparece en el interior del palacio de Minería, alrededor del patio de éste; así mismo, la plaza que se encuentra frente a la puerta principal de la Alhóndiga de Granaditas lleva su nombre.
Fuente: Museo de Mineralogía “Eduardo Villaseñor Shöle”. Boletín de Mineralogía. VOL. 17 No. 1 Fecha: Marzo de 2006.